15 sep Las claves del exito de DJI y los nuevos sistemas DJI Zenmuse X5 y X5R
A día de hoy DJI, cuyas siglas significan Da-Jiang Innovations Science and Technology Co Ltd, es una empresa de fotografía aérea que cuenta con más de 3300 trabajadores y tiene presencia en todos los continentes. Es la referencia en ventas de drones para uso civil a nivel mundial. Pero esto no fue siempre así.
Nos remontamos al 2006 en Shenzhen. Centro neurálgico del desarrollo tecnológico en el corazón de China. Donde Frank Wang Tao, fundador y Ceo de DJI, simplemente era un entusiasta del radio-control de 28 años de edad. Un chico creativo e innovador que decidió dejar de asistir a la universidad porque su drone, prototipo de su proyecto final de carrera, se desplomo contra el suelo durante la exhibición de graduación. Obviamente ante semejante caída ante los ojos de sus tutores ingenieros, no consiguió su título de graduación.
Si en aquel entonces alguien le hubiera hablado del éxito que iban a tener sus prototipos probablemente ni el lo hubiera creído. Pero fue la determinación y la creencia en si mismo y en sus ideas lo que le llevo a terminar su prototipo en 2006 y conseguir venderlo en un foro de aviación a un precio nada despreciable. No sin largos meses de investigación y perfeccionamiento previos, Wang Tao pudo respirar tranquilo. Parecía que que todos esos días y noches estudiando robótica no habían sido en balde. Sin embargo, imaginamos que ni siquiera podía llegar a vislumbrar lo que estaba por llegar.
Finalmente, Frank consiguió graduarse en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong y comenzó una doble andadura tanto profesional, como en el terrerno universitario. Continuo con el postgrado y una aventura empresarial de la mano de dos de sus compañeros de clase y diestros, como él, en el desarrollo de sistemas de control de vuelo. Ese fue el nacimiento de DJI con sus 3 integrantes iniciales que poco tardarán en pasar a ser 6.
Wang Tao habla en sus entrevistas de estos inicios como de una época difícil. Recuerda con cierta dureza como la mayoría de los ingenieros que pasaban por esa pequeña casa taller de apenas 80 metros cuadrados se iban a los pocos días desencantados. Al fin y al cabo. ¿Que ingeniero con talento iba a descartar entrar en las empresas punteras del sector tecnológico para permanecer en un cuchitril abarrotado?. Todas estas dificultadas iniciales fueron dando forma al espíritu de cooperación y evolución de DJI.
Así fue como Frank tuvo que hacer un balance y decantarse por tomar una serie de decisiones que determinarían el rumbo de la recién creada DJI. Este punto de inflexión se produjo tras conseguir realizar la venta de sus primeros prototipos a clientes muy específicos en una industria floreciente y todavía sin competencia. Frank y sus socios se dieron cuenta de que a pesar de que sus primeros drones eran demandados por clientes ávidos por conseguir reducir sus costes en la captura de imágenes y vídeos aéreos. Estos eran tan sólo unos pocos, y muy especializados. Tenia que ampliar el target a un público menos especializado. Pero, por tanto, el precio de salida de sus productos tenia que disminuir y estar al alcance de no sólo empresas audiovisuales. Así fue como en el año 2012 se presento el hoy archiconocido drone Phantom 1. Drone que sentó el precedente de ser el primer dron para fotografías aéreas sin necesidad de montaje y que podías conseguir por menos de mil dolares. Una rotura en la competencia de precios que llevo a infinidad de curiosos a convertirse en aficionados de la grabación audiovisual.
Pero no fue sólo la integración de un nuevo publico al naciente mundo de los drones lo que ha hecho a esta empresa situarse a la cabeza del sector doméstico, sino sólo el primero de sus éxitos. Lejos de dejar de ofrecer un producto profesional a las empresas audivisuales. DJI adecuo esta oferta de productos a los diferentes clientes en función de sus necesidades. Y se mantuvo una escala de precios acorde a dicha demanda. Pero también continuaron con el mismo ímpetu innovador que a caracterizado el espíritu que Frank a querido transmitirle a DJI desde sus inicios. Así se redefinieron, crearon y adaptaron nuevos productos a la gama DJI. Tanto es así, que según afirma el departamento de investigación anexo a la empresa, se crean productos nuevos cada 6 meses incluyendo entre estos, no sólo drones como el Inspire o Phantom sino estabilizadores para cámaras o gimbals. Un ritmo de investigación y desarrollo frenético que según ellos mismos afirman; redefine la industria día a día, y como a ellos mismos les gusta enunciar con su lema: nos conectan con el futuro de lo posible.
Un claro ejemplo de este avance incesante en la creación y el lanzamiento de la tecnología más puntera son los sistemas gimbal de tres ejes Zenmuse X5 y X5R. Entre cuyas bondades podemos destacar que aumentan en un 500 por cien la precisión y por tanto la calidad de las grabaciones aéreas. Estos sistemas incorporan cámaras con sensor micro cuatro tercios como la propia de DJI MFT 30mm o modelos como las XQ de Sony, Olympus AIR o Zuiko 24mm f/2.0. Lo que se traduce en una mejor estabilidad de imagen incluso cuando la aeronave vuela a una velocidad elevada bajo las condiciones más adversas.
Con el modelo Zenmuse X5R podemos grabar en formato RAW con una tasa de transferencia de 1.7Gb por segundo que gracias a su disco SSD permite almacenar unas cinco horas de grabación. Los modelos montan cámaras con lentes intercambiables y graban a 24fps con una resolución de 4096×2160. En definitiva otro avance mas de la mano de DJI que ya esta siendo todo un éxito y cuyo resultado podréis apreciar en Drone Spain.